jueves, 18 de mayo de 2017

El Gobierno de Cantabria y el Archivo Lafuente

El Museo Reina Sofía monta exposiciones recurriendo, cuando lo necesita o interesa, a piezas (empleo terminología venatoria) pertenecientes a otras colecciones, sean éstas públicas o privadas.

Por el motivo que sea (coleccionista privado inteligente, y no poco, que toma la delantera a institución pública que se deja, y en mi opinión hace bien), el Reina recurre a menudo al Archivo Lafuente. La intensidad de esta relación se formaliza (a propuesta imagino que del coleccionista) en un documento que hace de dicha colección privada un proveedor preferente del museo público: si hay dos colecciones, una Lafuente, que tengan la misma pieza, el Reina, si la necesita, se compromete a pedírsela antes a éste. Es una forma correcta de estrechar lazos entre entidades, cada una defendiendo legítimamente sus intereses.

Es como si en una red de colaboración entre bibliotecas una pida más en préstamo interbibliotecario a otra que al resto porque el fondo de esa a la que pide mucho se complementa muy bien con el propio, y la biblioteca servidora le diga: "sí, pero solo si firmamos un convenio que formalice la atención preferente que te doy".

Y hasta aquí.

No creo que de partida hubiera mucho más entre el Reina y Lafuente. No tendría por qué haber mucho más, a efectos prácticos.

Pero llegó la política.

El PP, concretamente.

Y El Diario Montañés.

Llegó el deseo.

Que si el ministro, que si la alcaldesa, que si el director del MUPAC, que si los cavernícolas, que si las boinas, etc. No voy a entrar en detalles que más o menos conocemos todos.

El caso, que es donde quería llegar, es que las presiones que está recibiendo el Gobierno de Cantabria para que trague rayan lo vergonzoso. Si el Gobierno de Cantabria no ve claro de dónde van a salir los diez millones que tiene (tenemos) que poner encima de la mesa para poner, perdón por repetir verbo, un edificio a la colección de Lafuente, entre otras consideraciones no menores, pues no lo ve claro: y no porque sea ciego, sino porque el proyecto, sinceramente, aunque el fondo sea muy potente, que no lo niego, está envuelto en una cortina de humo que a poco que uno tenga los ojos abiertos, pican. Estoy de parte de nuestro gobierno.

La gestión por parte del equipo de Lafuente ha sido mala, malísima. No creo que le vaya a merecer la pena, a Lafuente, termine este asunto como termine. De hecho, yo diría que ya mismo resta.

1 comentario:

Serrón dijo...

Y tantos como hay con opiniones matizadamente a favor de la postura del Gobierno de Cantabria, sería bueno que mostraran su apoyo ahora y no esperar a que la cosa reviente.

Archivu del blog